miércoles, 5 de noviembre de 2008

La huelga en la Universidad Nacional Autónoma de México. México D.F. en 1999-2000.

Las Píldoras del Dr Barnés. Vídeo realizado por el Canal 6 sobre la lucha del Consejo General de Huelga que narra el primer mes de la lucha.



Las razones de la fuerza. Otro vídeo del CGH.



EL CONFLICTO SOCIAL DE LA CGH
Desde su arribo a la rectoría de la UNAM, Francisco Barnés de Castro tenía por misión someter a la Universidad a los mandatos del Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Dos aspectos centrales de esos mandatos eran: reducir al máximo la matrícula (limitando el ingreso y obstaculizando la permanencia de quienes logran ingresar) y reducir el gasto social destinado a la educación media y superior (obligando a los estudiantes a pagar colegiaturas y cuotas por cada uno de los servicios). En 1997, recién llegado a la rectoría, Barnés logra aprobar en el Consejo Universitario una serie de medidas que avanzan en el primer sentido. En ellas, reduce el pase automático de bachillerato a licenciatura exclusivamente para los estudiantes con más altos promedios y que terminen su bachillerato rápidamente, e impone un límite de tiempo para que los estudiantes terminen cada ciclo escolar dando de baja a quienes no lo logren. En el segundo terreno, desde 1992 se habían venido imponiendo una serie de cobros por los distintos servicios en cada escuela y facultad. Al inicio de 1999, Barnés considera que es el momento de lanzar la iniciativa de aumentar colegiaturas. El ingreso que la rectoría obtendría por este medio no representa un aumento sustancial, pero una vez destrozada la gratuidad, en los siguientes años las colegiaturas podrían seguir aumentando hasta lograr que los estudiantes pagaran el costo íntegro de la educación que reciben.
El rector señala que las nuevas cuotas de inscripción no se aplicarán a ningún estudiante que ya esté matriculado durante todo el tiempo que permanezca en la UNAM, sólo serán aplicadas a las generaciones futuras. Pensó que con este ofrecimiento evitaría que el movimiento estudiantil levantara su voz contra tal medida, pero se equivocó.
El 20 de abril de 1999 empezaría una huelga que casi duraría un año, con la ocupación de las instalaciones universitarias. Los estudiantes decidieron llevar a la práctica la tan cacareada en algunos sectores estudiantiles y rara vez llevada a cabo frase de "la universidad es nuestra, tomémosla". La privatización de la educación bajo los dictados de los grandes organismos financieros internacionales provocó una reacción inesperada. Los estudiantes se organizaron en lo que se dio a llamar CGH (Consejo General de Huelga).
Sus peticiones eran:
1) Gratuidad total en la Universidad
2) Derogación de las reformas de 1997
3) Desmantelamiento del aparato policiaco y de espionaje
4) Congreso democrático y resolutivo para la transformación de la UNAM
5) Alargamiento del semestre
6) Desvinculación del SENEVAL (entidad privada, que realiza un examen de postgrado
para evaluar la "calidad" empresarial)


En general, y salvo excepciones que las hubo, no hay una lucha que salga más allá de la realidad universitaria quedando aislada así en su esfera y tampoco se produce una crítica a los modos de alienación que dominan su vida.
A partir de aquí empieza una lucha estudiantil que sería fuertemente reprimida tanto durante su existencia como en el final de la misma. Durante todos los meses de huelga fueron muchos los problemas que tuvieron que hacer frente. La actitud del rectorado a la que se le había escapado la situación de la universidad. Sus intentos de reventar la huelga fueron varios: declarando voluntarias las cuotas de ingreso semestrales. En cambio aumenta todas las cuotas por servicios y deja en manos de Consejos Técnicos la decisión de futuros aumentos. Aumenta notablemente la campaña contra la huelga en los medios de comunicación. El CGH rechaza la propuesta y responde con una gran campaña de propaganda para reforzar el apoyo popular a la huelga y el respaldo de otras universidades públicas en todo el país.
Tras el fracaso de su primera ofensiva, Barnés modifica su táctica. En vez de lanzar otra propuesta desde la rectoría, decide utilizar a académicos distinguidos y muy reconocidos en la Universidad para hacer una nueva propuesta que meta una cuña interna en el movimiento. Este planteamiento fue conocido como la propuesta de los Eméritos.
Dentro de la CGH, había grupos como los del PRD o moderados que en todo momento llevaron a cabo una labor de reventadores y en varias ocasiones intentaron acabar con la huelga con una actitud entreguista.
Tras no poder acabar con la huelga, el rector Barnés cayó. Esto fue visto por algunos sectores de la CGH como una victoria del movimiento, sin percatarse que ya había un sucesor, De La Fuente, el cual acabaría echando por tierra la huelga. El nuevo rector sabía hacer política mejor que su antecesor. Por una parte empezó con el diálogo que exigía la CGH. Aquí los estudiantes cayeron en su trampa y se empantanaron en la dinámica generada por el rectorado que los hacen aparecer alargando las discusiones sin sentido como si no tuvieran ningún interés en acabar la huelga. El punto de diálogo con las autoridades fue conflictivo en todo momento, ya que frente da los que apostaban por el diálogo había un grupo dentro de las asambleas que lo consideraban negativo por tener un efecto desmovilizador y de poca utilidad para la lucha.
Por otra, consiguió enfrentar a los estudiantes al lanzar a través de los medios de comunicación distintas noticias hablando de supuestas reuniones secretas de estudiantes con autoridades universitarias y gubernamentales, lo que provocó el temor y la desconfianza dentro del CGH.
En enero del 2000, vuelve a haber un rebrote del movimiento estudiantil. Se logra vencer la desconfianza y hay un reagrupamiento de estudiantes. Pero primero el 1 y luego el 6 de febrero la PFP (Policía Federal Preventiva) entra en la universidad a romper la huelga y llevarse presos a casi mil universitarios.
Tras la ruptura de la huelga, el CGH se reorganiza en las instalaciones de la UAM Xochimilco. Después de un período de desconcierto y temor, los huelguistas se tornan irreverentes y retadores frente a la autoridad. Acosa al rector y a cuanto director se les pone enfrente. Multitud de activistas optan por no reinscribirse en el semestre siguiente porque no son capaces de tomar clases sabiendo que cientos de compañeros están en la cárcel. En varias escuelas se toman locales y máquinas de impresión para ir reorganizando la propaganda y los boletines de prensa sistemáticos.
Los padres de los presos desarrollan una intensa campaña por la libertad de todos los presos del CGH. Su persistente labor juega un papel muy importante en mantener viva y con mucha fuerza la consigna de "¡libertad presos políticos!". Los estudiantes encarcelados son liberados poco a poco. Finalmente,el 7 de junio de 2000, salen los últimos cinco pero quedan sujetos a un proceso penal hasta noviembre del 2001, teniendo que asistir a firmar cada semana y presentándose a audiencias cada vez que era citados por la juez.
Respecto a las demandas del movimiento, los intentos de aumentar las cuotas fueron detenidos en los hechos aun cuando no se logró que quedara formalmente establecida la gratuidad de la UNAM. Las reformas del 97 no han sido aplicadas. Formalmente, la rectoría canceló la relación con el CENEVAL, aunque en realidad aplica el mismo examen de admisión y los mismos criterios que dicta ese organismo para el ingreso de nuevos estudiantes. Respecto al aparato policiacoy de espionaje político en la Universidad, la rectoría tuvo que retirar de circulación a los dos principales organizadores de los matones a sueldo y del espionaje (Brígido Navarrete y Gerardo Dorantes).


El texto es el prólogo del librito Cuentos secuestrados desde la UNAM. Testimonio de los pres@s polític@s de la UNAM., que recoge buena cantidad de cartas de los estudiantes que fueron encarcelados. Editorial Clinamen, 2003.

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